Obra del Mes del Museo della Scuola Romana - febrero 2023

ADRIANA PINCHERLE
Nudo con scialle, 1932
Pintura al óleo sobre lienzo, 113x80 cm
en préstamo de Giuseppe Bertolami, en el Museo della Scuola Romana

Adriana Pincherle, Nudo con scialle, 1932, olio su tela, cm 113x80

Este cuadro en el que una joven semidesnuda yace de lado mirando al espectador es una de las obras más antiguas que se conservan de la pintora Adriana Pincherle. Aquí la artista demuestra la cercanía del lenguaje con el grupo de artistas de la Scuola di via Cavour, Antonietta Raphael, Mario Mafai, Scipione (nacido Gino Bonichi), activos en el periodo de entreguerras, y su estilo antiacadémico y expresionista. En particular, existe una relación muy estrecha con el famoso cuadro de Scipione Despertar de la sirena rubia, 1930, al que se asemeja por la postura del sujeto femenino y el detalle de la peineta. El cuadro de Pincherle, sin embargo, difiere notablemente de él por su elección tonal y su temática pictórica: rojizo y sombrío en el cuadro de Scipione, soleado con toques de rosa, amarillo y azul cielo en el de Pincherle. Poco interesado por la representación de la realidad, aquí, como en otras obras, la búsqueda artística del pintor se orienta a favor de la libertad de la forma y del color. Los motivos decorativos del chal rojo que cubre las piernas de la mujer, la falta de profundidad de la escena, en la que el cuerpo se superpone a las telas y al fondo sin claroscuro ni distinción de planos, también remiten a Pincherle y a este cuadro a la experiencia artística internacional de la época, que ya había conocido antes de ir a París, probablemente gracias a su asistencia a la Bienal de Venecia donde, por ejemplo, acompañada de su padre, pudo ver las odaliscas de Matisse, como se desprende de un testimonio que dio en sus últimos años.

Adriana Pincherle (Roma 1906 - Florencia 1996) fue una figura destacada del arte italiano del siglo XX, que dejó una importante contribución a la Escuela Romana y, más en general, a las corrientes pictóricas del neoexpresionismo de los años treinta y del neocubismo de posguerra en Italia. Como señaló el crítico de arte Cesare Vivaldi en 1981, en una monografía dedicada a ella, su caso sigue siendo ejemplar de la elusión de la obra de las mujeres artistas por parte de la historiografía y la crítica, que durante mucho tiempo no las valoraron debidamente. Hermana mayor del escritor Alberto Moravia, Pincherle procedía de una familia romana de clase media alta, de origen judío por parte de su padre, el ingeniero civil Carlo Pincherle, y católico por parte de su madre Isa De Marsanich. Fascinada por la pintura a la acuarela practicada a nivel aficionado por su padre, la joven Adriana, tras completar sus estudios clásicos, asistió al atelier "para señoritas" de Alfredo Petrucci y a la Escuela Libre del Desnudo de la Academia de Bellas Artes de Roma. Enseguida consiguió introducirse en el ambiente artístico romano gracias a sus encuentros con el escultor Mimmo Spadini y el pintor Scipione. Así, debutó en 1931 exponiendo en la muestra colectiva "Primera exposición romana de arte femenino", en la Galería de Roma. En 1932, en la misma galería, celebró su primera exposición individual junto con el artista Corrado Cagli, donde fue apreciada por el crítico Roberto Longhi. Si su encuentro con los artistas de la Escuela Romana determinó su crecimiento pictórico, su maduración, sin embargo, se produjo tras su viaje a París en 1933, donde tuvo la oportunidad de ver en directo las obras de los mayores representantes del arte europeo. Su influencia se manifiesta en el alargamiento de los cuerpos o los recortes modiglianescos de los ojos de algunas figuras del pintor, en el dibujo del color a menudo próximo a Derain, Chagall, Soutine y Pascin, y finalmente en las marcas arabescas y la alegría del color a la manera de Matisse. En los tres años que van de 1934 a 1937 participa en numerosas exposiciones, entre ellas, en 1934, en la "Exposición de arte italiano contemporáneo" en Estados Unidos, en 1935 en la "II Quadriennale" de Roma y en 1936 en La Cometa, galería financiada por la condesa Pecci Blunt y dirigida por el escritor Libero de Libero. Durante estos años, con ocasión de una de sus exposiciones individuales en Génova, conoce al pintor Onofrio Martinelli, con quien se casa en 1943, trasladándose con él a Florencia y creando una pareja humana y artística. Durante los años de la Segunda Guerra Mundial, Pincherle, debido a las leyes raciales y a sus orígenes judíos, se vio obligada a esconderse en varias ciudades italianas, entre ellas Bibbiena, Vallombrosa y Taranto. En los años posteriores a la guerra, expuso en varias exposiciones en Italia, entre ellas en la Galleria del Vantaggio de Roma en 1955, presentada por Roberto Longhi.

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