Villa Torlonia

Villa Torlonia, la más reciente de las villas nobles romanas, conserva aún un encanto particular debido a la originalidad del jardín inglés, uno de los pocos ejemplos que existen en Roma, y a la rica, e inesperada cantidad de edificios y decoraciones artísticas diseminadas en el parque.

Villa Torlonia

Acontecimientos históricos

Giovanni Torlonia, tras recibir el título de marqués en 1797, adquirió Villa Colonna (anteriormente Pamphilj), situada en la Vía Nomentana, como afirmación simbólica de su nuevo estatus. Se confió a Giuseppe Valadier la tarea de transformar la propiedad para que rivalizara con las villas más lujosas de Roma.
Entre 1802 y 1806, Valadier convirtió el edificio principal en un elegante palacio, transformó el modesto casino Abbati en una residencia mucho más refinada (el actual Casino dei Principi), construyó las Caballerizas y un imponente acceso (demolido posteriormente con la ampliación de la Nomentana). Valadier se encargó también de la remodelación del parque, trazando avenidas simétricas y perpendiculares, en cuyo punto de intersección se ubicaba el palacio, con su fachada norte alineada con uno de los accesos de la villa desde la Nomentana. Para ornamentar la Villa fueron adquiridas numerosas obras de arte clásico, principalmente esculturas.

Tras la muerte de Giovanni, en 1832 su hijo Alessandro encomendó al arquitecto y pintor Giovan Battista Caretti la ampliación y embellecimiento de la finca.
Además de ampliar los edificios existentes y responder al gusto ecléctico del príncipe, Caretti construyó una serie de estructuras decorativas para el parque: los Falsos Restos Arqueológicos, el Templo de Saturno, la Tribuna con Fuente, un Anfiteatro, una Casa de Té y la Capilla de San Alessandro (estos tres últimos ya desaparecidos).

Para llevar a cabo las siguientes fases de las obras del interior de la Villa, Alessandro contó con la colaboración de otros dos arquitectos: Quintiliano Raimondi, para el Teatro y el Invernadero de los Naranjos (hoy más conocido como «Limonaia») y Giuseppe Jappelli, a quien encargó la remodelación de toda la zona sur de la Villa. Esta área fue completamente transformada con senderos sinuosos, estanques, plantas exóticas y una serie de edificios y elementos decorativos de gusto fantástico: la Cabaña Suiza (posteriormente convertida en la Casina delle Civette), el Invernadero, la Torre y la Gruta Morisca y el Campo de Justas.
El ambicioso programa de exaltación familiar culminó en 1842 con la construcción de dos obeliscos de granito rosa, dedicados a la memoria de sus padres, Giovanni y Anna Maria Torlonia.

A pesar de las intenciones iniciales, Villa Torlonia fue solo en contadas ocasiones ese lugar de encuentro mundano y fastuoso para la alta nobleza romana y extranjera que Alessandro habría deseado.
Su sucesor, Giovanni, decidido a relanzar el prestigio de la familia, promovió la construcción del Villino Medievale, un nuevo muro perimetral, del Villino Rosso, del Villino de guardia en el acceso de Vía Spallanzani y transformó radicalmente la Cabaña Suiza, que adquirió su aspecto actual como Casina delle Civette.
Los nuevos edificios fueron destinados en su mayoría a uso residencial.

En 1919 se descubrió un amplio cementerio judío subterráneo en la zona noroeste de la Villa.
En 1925, la Villa fue cedida a Mussolini como residencia, función que mantuvo hasta 1943.
La presencia del Duce no supuso cambios significativos en la Villa: se alojaba en el palacio principal, mientras que el Villino Medievale y la Limonaia se destinaban a proyecciones de vídeos, recepciones y eventos culturales y el Campo de Justas fue utilizado como pista de tenis. Tampoco el Parque sufrió grandes transformaciones, salvo por la implantación de huertos de guerra promovida por su esposa. En junio de 1944, todo el complejo fue ocupado por las tropas del mando angloamericano, que permanecieron hasta 1947.

En 1977, la Villa pasó a ser propiedad del Ayuntamiento de Roma y desde 1978 está abierta al público. A partir de los años noventa, el Ayuntamiento puso en marcha un amplio programa de restauración que abarcó tanto el parque como los distintos edificios del complejo: en primer lugar la Casina delle Civette, seguida por el Casino dei Principi, el Villino Rosso, la Limonaia, el Villino Medievale, el Casino Nobile, una parte de las Antiguas Caballerizas y, por último, el parque.

En 2013 se abrió al público el Teatro, el 8 de diciembre de 2021 el extraordinario conjunto de la Serra Moresca y, desde abril de 2024, también el Búnker de Mussolini.